¿Para qué practicar?
¿Por dónde empezar y por dónde seguir? ¿Qué sentido tiene todo esto?
Rocío: Si queremos hacer algo en nuestras vidas más allá de comer, dormir y reproducirnos… Algo más allá de ganar dinero, ir a la playa y beber cerveza… Si no queremos llegar al final del día con dolor de cabeza o la sensación de estar perdiendo el tiempo… Si queremos evitar la fricción constante con el mundo que nos rodea, y la creación de más y más quejas… Hay que practicar.
Hay dimensiones de la vida que solo se abren a través de la práctica. Son experiencias que nos permiten descubrir algo nuevo y diferente de la vida. Cuando creemos que ya conocemos todo o que ya lo hemos visto todo es el momento en que la práctica puede llegar a nosotros y mostrarnos esa nueva dimensión, mucho más profunda. Esa dimensión se abre como un portal a un mundo nuevo, dándonos la sensación de estar despertando a una nueva vida. Todo toma sentido, llega la plenitud a nuestro corazón y nos sentimos realizados. Sentimos estar conectados con todo y con todos.
La práctica son ejercicios sencillos pero a la vez muy profundos. Nos conectan con los diferentes aspectos que nos forman: el cuerpo, para saber cuidarlo bien; las emociones, para comprenderlas y mantener el equilibrio; la mente, para conocer su complejidad y dirigirla hacia buen puerto, y el alma, para reconocer su existencia y encontrar en ella el camino a la realización.
Para otras personas, o para las mismas en otros momentos, la práctica puede llegar a sus vidas por la necesidad de sanar algún aspecto. Y la práctica se convierte en una herramienta imprescindible para poder re-equilibrarse, aprender a relacionarse con los demás de forma armoniosa, tomar buenas decisiones, auto-gestionarse…
Puesto que hay numerosas personalidades, y con ellas, sistemas de creencias, también por ello hay numerosos caminos y prácticas en cada uno. Según cada cultura o país, se han desarrollado un tipo de prácticas u otras, de acuerdo a la mentalidad del lugar. En la escuela One Light ofrecemos prácticas de diversas tradiciones, a la vez adaptándolas a la mentalidad occidental, para que más allá de métodos o técnicas, sean verdaderamente herramientas que nos sirvan para estar mejor y conocernos.
Te animo mucho a probar. Sean cuales sean tus necesidades, es momento para practicar… siempre que sientas el llamado. Sentir la curiosidad, la necesidad o el llamado es importante.
Yo nunca he practicado, ¿cuál es la práctica más recomendable para mí?
Si nunca has practicado, es esencial que recibas una iniciación a alguna de las prácticas de parte de algún maestro/a. Hoy en día se encuentra mucho material gratuito en internet, se pueden acceder a múltiples videos de prácticas. Es una buena manera de conocer superficialmente de qué va y de conocer a quién guía. Sin embargo, si de verdad queremos “practicar” debemos de contactar con algún maestro/a para que nos inicie en los métodos. Es importante aprender bien tanto la teoría como la técnica, por eso el intercambio personal es esencial para que podamos de verdad conocer de qué se trata el camino. Sino, como ocurre con grandes disciplinas como el yoga hoy en día, haremos unos cuantos movimientos y ya creeremos saber qué es el yoga. La verdad no sabemos ni el 5% pero creemos saberlo, lo cual finalmente en lugar de ayudar se convierte en un impedimento. Una vez recibida alguna formación, te guiaremos en relación a cuál es la práctica más recomendada para ti según tu momento o necesidad. Hay múltiples prácticas a descubrir.
Yo ya tomé algún curso pero no logro mantener la constancia, ¿qué puedo hacer?
Si ya te has iniciado pero no logras mantener la práctica, es bueno unirse a algún grupo para que la motivación del maestro/a y de los practicantes apoye con la disciplina. Sino, en ocasiones otros entretenimientos tomarán el lugar y finalmente iremos perdiendo los efectos de la práctica y bajará el interés hasta que finalmente acabemos por dejarlo.
Si estás dentro de un grupo y aún así no logras mantener la constancia, algo que podemos preguntarnos también es: ¿estoy practicando según las instrucciones, los requerimientos? Si la práctica debe de ser un mínimo de 20 minutos y estoy haciendo menos y con interrupciones, debo de tratar de mejorar la calidad de mi práctica. O si debo de hacer ciertos movimientos y no pongo la suficiente atención a ellos, debo de poner atención a que la técnica sea la correcta. Seguir las pautas dadas es importante, así como los tiempos. Sino, no darán los buenos resultados que pueden dar y perderemos la motivación.
A veces es simplemente cuestión de disciplina. La motivación es el motor, y la disciplina el barco. Si ya somos practicantes, debemos de tener en cuenta estos dos aspectos siempre: que la motivación siga viva y que la disciplina nos acompañe. El barco sin motor no anda, y el motor de por sí solo tampoco es de gran ayuda. Por eso debemos de mantener bien el fuego de los dos. Si ambos están bien cuidados, no hay duda de que avanzaremos. Manteniendo un poco de disciplina, pronto tendremos ciertos efectos o experiencias tanto en la práctica como en nuestra vida, que servirán de agarre para motivarnos a seguir practicando.
Yo soy practicante, pero me pregunto ¿por qué invertir tanto tiempo en la práctica?
Si esta pregunta llega a tu mente, quizá es que no estemos teniendo los resultados deseados y algo de desconfianza pueda estar emergiendo. En ese momento, es bueno plantearse la pregunta: ¿para qué practico? Y recordar cuáles son nuestros objetivos. Si no los hemos logrado porque hemos perdido el entusiasmo, es momento de volver a motivarse. Recordar a los grandes maestros y todo lo que descubrieron y lograron alcanzar en sus vidas en las de los demás. Saber que la motivación y la determinación es importante para descubrir y vivir algo diferente. Los métodos pueden revelar todos los secretos del Universo, hacernos uno con la fuente del Universo, pero para ello debemos de volcarnos de corazón para que den resultados extraordinarios. El nivel de experiencia que ganemos a través de la práctica será proporcional al nivel de involucración que hemos tenido con ella. También podemos recordar personas que recuperaron por completo su salud si lo que buscamos es sanar, investigar los miles de casos para saber que es posible y afianzar nuestra determinación.
Pero si estamos poniendo todo nuestro empeño y aún así no logramos lo deseado, recomiendo siempre consultarnos, o consultar a tu maestro/a si tienes uno, para entender mejor en qué punto del camino te encuentras y cómo poder seguir creciendo de la manera apropiada.
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